Los humanos tendemos a disociar lo que pensamos, lo que sentimos y lo que mostramos. Un cliente/paciente puede decir en sesión «Estoy bien», mientras su cuerpo, su respiración y su ritmo cardíaco cuentan una historia de estrés o ansiedad.
Aquí es donde entra el caballo como experto en detectar la incoherencia entre la emoción y la expresión.
Lectores del sistema nervioso: El corazón humano y el cerebro emiten campos electromagnéticos que cambian con nuestro estado emocional. Las investigaciones del HeartMath Institute demuestran que el campo electromagnético del corazón es 5.000 veces más potente que el del cerebro. Los caballos, con sus sentidos agudizados, son capaces de percibir y responder a estas señales.
Un estudio publicado en revistas especializadas sobre el «reflejo del ritmo cardíaco» entre humanos y caballos, conocido como «The Bioenergetic Feedback of Equine Interaction: A Preliminary Study«, sugiere que los caballos pueden reflejar el ritmo cardíaco y los patrones respiratorios de los participantes, actuando como un biofeedback natural.
Maestros de la coherencia: Los caballos, como animales de presa, están programados para vivir en un estado de coherencia cardiaca. Su ritmo cardíaco es lento y regular, y su sistema nervioso está en un constante estado de calma atenta. Cuando interactúan con un ser humano en un estado de incoherencia (por ejemplo, con ansiedad o ira encubierta), el caballo lo detecta inmediatamente. Como señalan estudios sobre el fundamento neurobiológico de la terapia asistida con equinos, como «Equine-Assisted Psychotherapy: A Mental Health Practitioner’s Guide», el sistema nervioso del caballo responde a la energía emocional de la persona, lo que crea un reflejo que la persona puede observar y corregir.
Comunicación no verbal: Un caballo lee la verdad de tu cuerpo: tu postura, tu tensión muscular, tu mirada. No puedes mentirle a un caballo, porque su lectura es puramente objetiva. Si dices «Estoy tranquilo» pero tus hombros están tensos, el caballo responderá a la tensión, no a tus palabras. Esto obliga al coachee a enfrentar la verdad de su incongruencia, abriendo una puerta a la conciencia profunda.
La «Lectura del Alma» como vía de acceso a la autoconciencia
Entonces, ¿qué significa que un caballo «lee el alma»? Significa que te ven tal como eres, sin los filtros de tus máscaras, tus miedos o tus proyecciones. Su «lectura» no es una crítica; es una retroalimentación honesta y sin juicio.
De la incoherencia a la coherencia: La reacción de un caballo a tu incoherencia te invita a hacer una pausa, a sentir tu cuerpo y a alinear tus pensamientos, emociones y acciones. En esencia, te guía de vuelta a un estado de coherencia, que es la base de un liderazgo y un bienestar auténticos.
Un espejo: Al ver la respuesta del caballo la persona que está en sesión puede tener un momento de revelación o «insight» profundo. Un caballo que se aleja puede reflejar una necesidad de espacio no reconocida. Un caballo que se acerca puede reflejar un anhelo de conexión que estaba oculto. Estos momentos permiten al coachee descubrir verdades sobre sí mismo que la terapia conversacional podría tardar meses en revelar.
En Aura trabajamos junto a maestros de la coherencia que te muestran lo que está pasando en tu interior, incluso cuando tu misma/o no lo sabes. Su capacidad para «leer» lo que hay más allá de las palabras no es magia, es una herramienta poderosa, científicamente respaldada, que abre una puerta a la autoconciencia, la sanación y la transformación. Es el primer paso para liderar tu vida y tu práctica desde un lugar de verdad.
